José Luis Peñuelas-Paz Ortiz, director de Acusticalia intervino en el programa de la cadena de televisión Telemadrid, Ciudadano Cake (@ciudadanocakeTV).
Aquí adjuntamos el enlace directo al VÍDEO, para que nuestros visitantes puedan disfrutar de los consejos que ofrecimos en la entrevista.
Entrevista a Acusticalia: contaminación acústica
El programa titulado “Aquí no hay quien viva”, emitido el día 7 de marzo de 2016, recogió situaciones molestas, como las perturbaciones que sufren los vecinos madrileños habitualmente, como consecuencia de la contaminación acústica.
José Luis Peñuelas-Paz, representando al equipo de mediciones acústicas ACUSTICALIA, técnico especializado en la realización de mediciones acústicas, fue entrevistado por Cake Minuesa (@cakealatake).
La entrevista tuvo lugar en la incorporación de Méndez Álvaro, con un sonómetro, para poder comprobar, en vivo y en directo, los niveles sonoros que se producen en la zona, sobretodo, por el elevado tránsito de vehículos que impera por esa zona de Madrid.
Durante el reportaje, se comentaron varios aspectos y curiosidades relacionados con la protección frente a la contaminación sonora.
Sonómetro: instrumentación profesional acústica
José Luis, explicó cuál es el tipo de instrumentación profesional que se emplea para la realización de las mediciones de ruido.
En este caso, se trata de un sonómetro integrador tipo I, de Brüel & Kjær, de gran exactitud en la medida y excelente capacidad para el procesado posterior de los datos obtenidos en las mediciones acústicas.
Los sonómetros homologados son equipos, que deben cumplir una estricta normativa, la cual comprende la evaluación con fuentes patrón, y la calibración de acuerdo a controles metrológicos por parte de laboratorios acreditados.
La Legislación en materia de ruido especifica de modo muy preciso cuales son los objetivos de calidad acústica y los límites sonoros que se deben preservar (tanto en el horario diurno, como en el horario nocturno), en el espacio interior y exterior de las áreas residenciales.
A nivel municipal la normativa de referencia son las Ordenanzas de Protección Acústica. La mayoría de las Ordenanzas toman como referencia la normativa estatal, es decir, el Real Decreto 1367/2007 de 19 de octubre, por el que se desarrolla la Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido, en lo referente a zonificación acústica, objetivos de calidad y emisiones acústicas.
Acusticalia en acción
En el reportaje, Cake se interesa por la mejor forma de afrontar las afecciones acústicas a las que nos vemos sometidos los ciudadanos.
Una vez que no hay conciliación posible entre las partes, Acusticalia se decanta por abordar el problema en conjunto con un abogado especializado en este tipo de conflictos.
De este modo, el técnico puede aportar un estudio objetivo, donde se cuantifiquen los niveles sonoros que estamos padeciendo, y si éstos se ajustan a los límites establecidos en legislación vigente (certificado acústico de las mediciones de ruido), y de esa forma el abogado encauza el problema desde el punto de vista legal (asesoramiento y tramitación jurídica).
Existe bastante jurisprudencia al respecto de las afecciones derivadas del ruido. Así hay numerosas sentencias que obligan al infractor a cesar con la actividad que provoca las molestias acústicas, e incluso a indemnizar económicamente al afectado por el tiempo que ha sufrido las perturbaciones ruidosas.
José Luis detalla también, cuales son las consecuencias que la exposición a elevados niveles sonoros puede provocar sobre la calidad de vida. Entre otros menciona, problemas de concentración, irritabilidad, depresiones, dificultad para conciliar el sueño y stress. Trastornos que pueden llegar a traducirse en problemas importantes para la salud y afectar al rendimiento en el ámbito laboral.
Entre los casos más flagrantes con los que se ha encontrado durante su dilatada experiencia como técnico de acústica, detalla las mediciones realizadas a una discoteca situada bajo una vivienda que transmitía a los dormitorios niveles sonoros superiores a 60 dB(A) durante el periodo nocturno, tal es así, que se percibía perfectamente como vibraban las mesas y las sillas de las habitaciones y se podía entender perfectamente la letra y reconocer la música de las canciones que estaban sonando en la discoteca.